Existe un periodo de tiempo tras el nacimiento de un bebé que se conoce como "hora sagrada" durante el cual se debe permitir que el recién nacido permanezca sobre el pecho desnudo de su madre, creando un momento íntimo y único que debe ser respetado. Este primer contacto favorece la transición de la calidez del vientre materno a la vida extrauterina, potencia el vínculo temprano entre madre e hijo y favorece la lactancia.
Esta es una práctica que afortunadamente ya se lleva a cabo en la gran mayoría de los partos naturales. Pero, ¿qué ocurre cuando el parto se produce por cesárea? En este caso, todavía no está tan instaurado realizar este primer contacto piel con piel, sin embargo, cada vez son más los profesionales médicos que lo practican cuando no existe riesgo para la salud de la madre o el bebé.
Ojalá muy pronto este hecho se convierta en una realidad en todos los partos, sean del tipo que sean, permitiendo a las madres poder disfrutar de esos primeros instantes de vida de su hijo. Y para que esto ocurra lo principal es que las futuras madres se informen y comenten con su ginecólogo y matrona sus deseos de que se respete la "hora sagrada" con su bebé (como hemos dicho, siempre y cuando no exista riesgo para ninguno de ellos).
Os dejo un artículo que habla sobre este tema, espero que os guste!
