Sin duda, los tiempos han cambiado y la implicación temprana de los padres en los cuidados y crianza de los hijos ha aumentado notablemente. El vínculo afectivo paterno es muy importante desde los primeros meses de vida. Sin embargo, es cierto que durante los primeros dias desde el nacimiento del nuevo miembro de la familia, o incluso durante los primeros meses, la lactancia materna y la búsqueda por parte del bebé del contacto con su madre tienen el papel protagonista. En estos momentos, el papá, deseoso de participar de forma activa en estos primeros cuidados de su hijo, puede verse en un segundo plano, sin saber muy bien como afrontar esa situación.
Es aquí donde el masaje infantil se convierte en una hermosa herramienta, un momento íntimo entre padre e hijo, donde ambos pueden disfrutar del conocimiento mutuo y durante el cual el papá puede tener la certeza de estar aportándole a su bebé numerosos beneficios físicos y emocionales.
Es mucha la difusión sobre la importancia del contacto piel con piel del bebé con su madre, de la lactancia materna, de la relación del lenguaje materno con el desarrollo de los recién nacidos... Todo esto, sin lugar a duda, de vital importancia para los bebés. Sin embargo, parece quedarse a un lado la importancia del vínculo paterno, importantísimo también desde el primer momento, como figura de apego y referencia también para el bebé.
Por eso, papás, os animo a reivindicar vuestro espacio y a participar de forma activa en los primeros, únicos e irrepetibles momentos con vuestro bebé.
¡A disfrutarlos!
